Húespedes de Alexandre Ayxendri presenta un obra compuesta por once estampas en blanco y negro obtenidas de fotogramas, capturas de pantalla... imágenes alojadas en Internet, síntesis todas ellas de una preselección de centenares publicadas en la red, correspondientes a films de terror de género vampírico. Un trabajo que trastoca los usos tradicionales de la fotografía con su nueva visión de un género clásico familiar, que no deja de recuperar e introducir muchos de los temas magistralmente trabajados por el propio Hitchcock, como el reconocimiento y la repetición, el tiempo y la memoria, la complicidad y la duplicidad, la autoría y la autenticidad, la oscuridad y la luz.

En Huéspedes, una característica que se desprende puntualmente de su enfoque es su aguda sensibilidad hacia el poder asociativo, ya sea real o potencial, respecto a los personajes en cuestión y que deja entrever su fascinación por este tipo de lenguajes con todo su potencial de significados, ambigüedad, oscuridad y múltiplos, pero desde mi punto de vista, no es simplemente un trabajo de apropiación. Mucho más allá de un acto de afiliación y no de un caso claro de secuestro, el trabajo original seguirá siendo una obra de arte con derecho y carácter propio. Si bien es verdad que el autor deja entrever pistas sobre diferentes autorías (provocación intencionada), su voluntad es la de plantear este doble juego en el que la audiencia, frente a su trabajo, reaccionará, pensará o reflexionará a través de estos otros autores y, mucho menos, o nada, sobre él mismo... o, dicho de otra manera, será necesario pasar por este análisis externo para llegar a averiguar los posibles significados de la obra.